Una herramienta para la reducción de los índices de pobreza es la pavimentación. Un estudio del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL) establece que “la pavimentación de calles y el acceso a la electricidad pueden mejorar el entorno económico en zonas desfavorecidas, permitiendo que los pequeños negocios se mantengan en operación durante más horas, ofrezcan más servicios, y puedan transportar sus bienes de manera más eficiente”.
Las calles son bienes públicos, dado que muchas personas hacen uso de ellas. Sin embargo, la ciudadanía no tiene incentivos para desarrollarlos o mantenerlos por sí mismos, por lo que el suministro es a menudo función del gobierno, menciona el J-PAL.
En Juárez, la pavimentación y mantenimiento de calles corre a cargo principalmente de la Dirección General de Obras Públicas, del Gobierno Municipal. No obstante, este trabajo de modernización lo realiza con fondos tanto federales y estatales como con municipales.
Si bien la pavimentación de calles exige inversiones iniciales considerables, los gastos de mantenimiento suelen ser menores y los beneficios duraderos, en tanto se realicen correctamente, con los materiales adecuados, con empresas responsables.
Sin pavimentar aún todas las calles de 7 de cada 50 manzanas
De acuerdo con los datos del INV, el 14 por ciento de las manzanas de la ciudad no dispone pavimento, concreto, empedrado o adoquín en calles en ninguna vialidad mientras que el 41 por ciento lo tiene en alguna vialidad. Por otro lado, el 43 por ciento lo dispone en todas las vialidades.
Por otra parte, en 2019 la ciudadanía puso la calificación menor histórica desde 2011. Luego que desde que 2017 la evaluación fuera en picada, el año pasado se llegó a un 5.1 de 10 puntos disponibles.
En el distrito donde peor calificación recibió este servicio fueron el 2 (3.91 puntos, la peor calificación en todo el Informe Servicios Públicos 2020 de Así Estamos Juárez para cualquier servicio, espacio o gestión ambiental). La calificación más alta fue en el distrito 5, con 6.95 puntos.
Faltan banquetas e infraestructura incluyente
Las calles pavimentadas deberían traer consigo mejor movilidad para todas las personas, aunque la realidad es otra. Apenas 4 de cada 10 manzanas en Juárez tiene banquetas en todas sus vialidades. Además, 2 de 10 no tienen en ninguna vialidad, y 37 en apenas alguna vialidad.
La ciudadanía califica las banquetas con que cuenta con un promedio de 6.33 puntos de 10 disponibles.
Aunado a esta falta de espacios para peatones, los que existen no son incluyentes. El 74 por ciento de las manzanas en Juárez no tienen rampas para personas con discapacidad motriz en ninguna vialidad. Apenas 13 por ciento tiene el alguna vialidad y solo una de cada 10 lo tiene en todas.
El estudio de J-PAL muestra que hubo beneficios para la población vecina de las calles que se pavimentaron en su zona de estudio. En esos hogares hubo más inversión en bienes duraderos, en vehículos motorizados, mejoró el valor de las propiedades, la inversión en mejoras del hogar y el uso de crédito con garantías.
“Un análisis de costo-beneficio sugiere que los retornos económicos de pavimentar las calles superan los costos de construcción”, indica el órgano investigador. Además, el coste estimado de mantenimiento anual es solo de 1.5 por ciento del costo de la pavimentación de la vialidad.
Pese a que es solo uno de los muchos servicios públicos, tanto individual como conjuntamente todos ellos pueden ayudar a mejorar en menor o mayor medida la calidad de vida de las personas cercanas a estas inversiones públicas.