De acuerdo con el Informe Así Estamos Juárez 2020, 67 de cada 100 juarenses utilizan Facebook y Whatsapp, y utilizan redes sociales principalmente para diversión y entretenimiento y para ver noticias.
Las redes sociales que utilizan más luego de las dos anteriores son Instagram, Twitter, LinkedIn, entre otras. Además, se dio a conocer que las usan, de mayor a menor frecuencia, para diversión, ver noticias, intercambiar información, compras y difusión de ideas o movimientos.
Gobierno y periodismo, sin saber explotar redes sociales
De acuerdo con el artículo “Redes sociales en Iberoamérica”, de Mora Matassi y Pablo J. Boczkowski, los distintos trabajos de otros investigadores sobre redes sociales en la región suelen coincidir en el hecho de que “suele esperarse que las redes [tengan] un potencial transformador que en muchos casos no se confirma, o al menos no es lo suficientemente aprovechado. La bibliografía sobre comunicación política y gobierno electrónica, y aquella sobre periodismo presenta con claridad esta idea”. Y destacan que pese a la posibilidad que ofrecen las redes sociales para establecer una comunicación horizontal con las usuarios y los ususarios, los actores de gobierno y periodismo mantienen una comunicación más bien vertical, “tendente a la provisión de información de arriba hacia abajo”.
No obstante, dado a que los medios tradicionales no han sabido posicionar temas de educación, salud y turismo, las redes sociales han ayudado a hacerlo, concluyen Matassi y Boczkowski.
Ahora bien, los estudios sobre quienes utilizan Internet y las redes revelan que en México, “el uso frecuente de Internet no parece traducirse en todos los casos en habilidades de uso y aprovechamiento de la red”, aunque “[e]stos aspectos parecen variar en función de las características socioeconómicos de los usuarios (sic) y las plataformas tecnológicas elegidas para acceder a la red” (según el artículo de Djamel Toudert en la Revista Convergencia). Y por otra parte, “las redes sociales virtuales han contribuido a extender las dimensiones de nuestra sociabilidad; sin embargo, han mermado significativamente la privacidad de las personas” (Octavio Islas para Revista Chasqui). Aunado a aquello, Islas asegura que las redes han propiciado que el valor que le damos a un asunto como novedad sea más instantáneo, y con ello viene el riesgo de propagar noticias falsas o fake news, fenómeno que crece de manera exponencial en redes y representa “un atentado contra la libertad de expresión, contra el derecho a la información, la democracia y el periodismo”, según Ángel Hurtado Razo, investigador de la UNAM (para El Universal).