Juárez es una zona desértica. Nuestra tierra, nuestro clima, nuestra fauna y flora son las de un desierto. Hasta tenemos las dunas de Samalayuca, una expresión enorme de lo seca que es la zona.
Por esto mismo, resulta sorprendente para algunas personas de la academia el hecho de que en nuestro municipio tengamos fuentes de agua que aún proveen a las y los juarenses. Sin embargo, no por contar con esa fortuna, debemos ser menos responsables.
Para evitar que en un futuro nos falte el agua, es urgente, más que necesario que tomemos medidas en el asunto. Y esas medidas pueden ser pequeñas acciones que decidamos practicar en nuestros hogares. Karla Ramírez, directora de la asociación civil Juárez Limpio, recomienda:
No dejar el agua corriendo si no está en uso
Al cepillarse los dientes, lavar trastes, o la banqueta de tu casa, en cualquiera de estas actividades u otras, puede parecer fácil dejar el agua corriendo aunque no la estemos utilizando. Sin embargo, toda esa agua está siendo desperdiciada.
Si vas a cepillarte los dientes, tallar los trastes, barrer la banqueta o limpiar tu coche, procura cerrar la llave del agua hasta que sea el momento de enjuagar.
Al lavar trastes, puede servirte separarlos antes de lavarlos, para no hacerlo al momento de enjuagar o tardar ordenándolos en el escurridor.
Reducir el tiempo de ducha
En una ducha común, se gastan 60 litros de agua por minuto. Una ducha corta de 5 minutos puede ahorrar mucha agua y mantenerte igual de limpio que una de 20. Elige una canción que te guste que dure un máximo de 5 minutos para que puedas ir practicando tu ducha rápida.
Si sientes que es difícil al inicio, procura al menos cerrar la llave del agua mientras te enjabonas el cuerpo o el pelo.
Evita las cargas ligeras en la lavadora
Un solo ciclo en la lavadora, o sea, cada vez que una lavadora carga agua, se utilizan 40 litros de agua con una carga ligera de ropa. Considerando que se llega a cargar tres veces con una sola carga de ropa (lavado y dos enjuagues), se gastan 120 litros por cada carga ligera de ropa.
Lo recomendable ni siquiera es tan descabellado. Carga tu lavadora lo más que puedas sin exceder sus límites, para hacer mejor uso del agua e incluso de la electricidad.
Es necesario hacer conciencia sobre el uso del agua que tenemos. En los estudios ambientales existe algo llamado “huella hídrica”, con la que se dimensiona cuánta agua usa una persona día a día. Sin embargo, debe considerarse que no solamente se usa agua al abrir la llave. Todos los productos que consumimos se hacen con agua, absolutamente todos.
Tu huella hídrica cubre el agua que ves al utilizar y la que no ves, que está en lo que compras: calzado, ropa, alimentos preparados, alimentos en crudo, maquillaje herramientas, libros… todo. Y es indispensable reducir esa huella lo más posible.