Son las 9:30 de la mañana del domingo 10 de julio. En la calle Mesa Central de Cerrada del Parque se ve el movimiento típico de los domingos: gente haciendo fila para desayunar barbacoa o menudo. Más adelante, en el centro comunitario Frida Kahlo, hay una fila que, aunque más corta que las otras, es más importante: es la gente que busca votar por los proyectos del presupuesto participativo.
Graciela Hernández lleva a sus tres nietos -Daniela, Sofía y Said- a votar. Doña Graciela lleva su credencial para votar y Said lleva impresa su CURP, pero Daniela y Sofía no llevan las suyas. El personal del centro comunitario ayuda a las niñas a consultar sus claves por Internet para posteriormente dejarlas votar; mientras tanto, en una pared tienen la lista de proyectos y un mapa para que Graciela vea cuáles son los más cercanos a su colonia. Posteriormente, todos votan.
Para los menores de edad es su primera experiencia con un ejercicio de democracia. Aunque son tímidos, todos aseguran que quieren tener parques en buen estado y mejor pavimentación en las calles. Ambos temas (junto con el alumbrado público) son de las necesidades más sentidas de la población del polígono 5, que incluye zonas como Riberas del Bravo, parte de Las Torres, el Mezquital y Paraje de San Isidro.
La mesa escondida…
En la primaria Rubén Valenzuela hay otra mesa receptora de votos; sin embargo, se encuentra un salón que no se ve desde la entrada de la escuela y no hay ningún señalamiento para dar con él. Para colmo de males, el personal tuvo problemas para acceder al sistema de captura de votos y la gente que había ido temprano a votar se terminó retirando.
En la banqueta de la escuela hay otro puesto de barbacoa con personas formadas. La mayoría sabe de la votación y aseguran que después de consumir los sagrados alimentos irán a cumplir con la obligación ciudadana.
Otra característica que tiene en común la gente de esta zona es que la mayoría se enteró por medio de otros vecinos, de escuelas como el CBTIS 270 (que tenía un proyecto para rehabilitar una calle), por volanteo, por perifoneo y hasta por la iglesia. Muy pocos se enteraron de la campaña de difusión del Municipio o por las redes sociales.
Solamente una mujer reconoció que no sabía del presupuesto participativo, pero después de enterarse de qué se trata el ejercicio aseguró que volvería más tarde.
Presupuesto participativo: “El ciudadano es el que decide”
En el centro comunitario Olivia Espinoza hay poca gente, pero así como salen entran otras personas a votar. Una de las votantes fue April, de 15 años, estudiante del CBTIS 270 que fue acompañada por sus padres. Más tarde llega Jesús Castañeda, de la Secretaría de Seguridad Pública, a votar. “Me gustan este tipo de ejercicios porque el ciudadano es el que decide qué se hace con el presupuesto”, dice convencido. También menciona que siempre que hay elecciones trata de acudir a votar.
Presupuesto participativo: una votación para todas las edades
Ya es mediodía. A ojo de buen cubero, la primaria Víctor Hugo Rascón Banda es el punto que se ve más concurrido. En ese punto hay una familia conformada por una niña, un adolescente, los padres y la abuela. Sol (la más pequeña) es también la más emocionada. “Me siento importante”, declara contundente. Después agrega otras necesidades de Parajes del Sur: alumbrado y rehabilitación de los parques. “(Los juegos del parque) ya están todos destrozados y no me gusta. No juego bien”, finaliza.
Doña Francisca también es clara con su motivo para ir a votar: quiere ayudar a mejorar las condiciones de las calles y los espacios para beneficiar a la juventud.
Mientras tanto, Denisse Quezada está en la fila para votar en la misma primaria. Ella es más crítica: “Por un lado es una buena propuesta, pero creo que la pavimentación no debería ser un proyecto del presupuesto participativo, sino una prioridad del Gobierno”. Ella se enteró por medio de una convocatoria que hizo el CBTIS para invitar a la gente a votar.
Riberas del Bravo: la confusión y el “yo no fui”
Ya son las 2:30 de la tarde. El sol castiga a los que se atreven a salir y en la escuela primaria Carlos Urquidi los ánimos se calientan todavía más. Votantes acusan al personal de no dejarlos votar por el folio 303 (un teatro al aire libre) y que les dicen que ya se aprobó. Tras una discusión que se prolonga por otra media hora (que incluyó al superior directo del personal de la casilla) dan con el origen del problema: el personal le decía a la gente que buscara el número del listado de proyectos (que eran 179) en vez del número de folio.
Raymundo Maldonado (el coordinador de la mesa) asegura que es la gente la que se confundió, mientras que los votantes insisten en que con las instrucciones de ellos terminaron votando por proyectos que no les interesaban. Entre que son peras y son manzanas, gran parte de los votantes de esa mesa receptora tuvieron que conformarse con votar por otras opciones.
Pone el polígono 5 el ejemplo
A las 7:30 de la tarde, el presidente municipal Cruz Pérez Cuéllar sostuvo una conferencia de prensa donde dio a conocer los primeros pormenores de la jornada. Votaron casi 22 mil juarenses, y la mesa receptora en la que más se votó fue la de Unitec, con 871 votos. Por otro lado, entre los 10 proyectos más votados 3 fueron del polígono 5:
138.- Una unidad deportivo cultural para el Cobach #9 (el proyecto con más votos)
150.- Un proyecto de formadores de seguridad en Parajes de San José
53.- Pavimentación con concreto hidráulico de la calle Soneto 153, en la colonia Carlos Castillo Peraza