Ciudad Juárez, Chihuahua.- Son las 4:00 de la tarde del viernes 9 de septiembre, los vecinos y las vecinas de Parajes de Oriente miran desde sus ventanas o sus porches a un grupo de personas que instala carpas en el Parque de las Canchas –que se ubica en las calles Desierto de Túnez y Desierto de Qatar Norte–. Algunos de ellos envían a sus niños pequeños a preguntar qué están haciendo y reciben la respuesta: es la jornada comunitaria de Comunidades Juárez.
Poco después llegan los zanqueros a animar el ambiente, y con ellos el primer grupo de niños que empieza a curiosear por los espacios habilitados para las cinco organizaciones civiles que forman parte de este evento. Cada una ofrece diferentes actividades:
- Juárez Limpio tiene una lotería ecológica y un Twister que educa sobre el manejo de residuos
- Cehlíder tiene una serie de juegos que fomentan la coordinación y el trabajo en equipo, como una actividad en la que los participantes deben agarrarse de la cuerda y levantarse al mismo tiempo
- Desafío tiene un tiro al blanco, un Jenga y un Uno gigantes
- El medio informativo YoCiudadano tiene un periódico mural en el que destacan noticias y otro trabajos que han realizado sobre la zona
- La Red de Vecinos tiene una actividad donde los niños –por medio de un mapa y stickers– proponen formas de mejorar el parque y las calles
- Finalmente, Arte en el Parque tiene varios talleres: uno de pintura, otro de cuentacuentos, uno de origami y otro de astronomía
El buffete de cuentos
Son casi las 4:30 y empieza a hacer hambre. La narradora oral Liz Gallegos llega a deleitar a los pequeños y pequeñas con su “buffete de cuentos”. Primero los pone a jugar para romper el hielo. Juegan a repetir lo que ella dice, luego dicen lo opuesto. Poco a poco los niños empiezan a perder la pena y están listos para escuchar uno de los cuentos de Liz, el del loro Tico Tango, que por sus antojos le empieza a quitar sus frutas a los otros animales de la selva. Los niños participan en el relato como testigos o como los animales a los que les quitan sus frutas. Cada que Tico Tango pregunta “¿Me das?” los niños responden que no, pero eso no lo detiene. Finalmente, el loro aprende una lección sobre lo que es correcto y lo que no.
El otro cuento se titula “¿A qué sabe la luna?”, y narra los esfuerzos de los animales por alcanzarla y las formas de esta de evitar que la toquen. Al final, el pequeño ratón encuentra una solución para que todos puedan arrancarle un pedacito.
Animalitik y el GPI a la jornada comunitaria
Ya son las 7:00 de la tarde, la jornada comunitaria está en su momento cumbre. Chicos y grandes ya se dieron cita en el parque. Las opiniones sobre qué tan concurrido es el espacio son tan diversas como las personas que opinan al respecto: unos dicen que el parque casi no se usa, y esa es la razón por la que no tiene mantenimiento; otros aseguran que sí, pero solo cuando baja el sol; un grupo más dice que tal vez haga falta instalar juegos para que la gente se reúna más. Sin embargo, al menos la mayoría coincide en que eventos como estos los convencen a dejar la casa y convivir.
Entre que son peras y son manzanas, el escenario principal está listo para la presentación del colectivo Animalitik. La ranita, el conejo, el mono, la cebra, el lobo y sus amigos dan su concierto donde fusionan ritmos afrolatinos, música urbana y hasta toques de rock, sumándole a esto una puesta en escena con acrobacias y mucha interacción con el público. Los niños otra vez son el centro del espectáculo. Bailan, agitan unas banderitas, hacen la viborita con los integrantes del grupo. El momento se hace mágico cuando toda la energía de la gente que se está divirtiendo se refleja en el ambiente. Al terminar, el conejo lo dice y lo repite: “GPI” (gracias por invitarnos).
“¿Qué es la jornada comunitaria?” y un corto para terminar…
Ya son casi las 8:00. Las carpas de los talleres ya se levantaron y los jóvenes reclaman la cancha de futbol para empezar a jugar. Mientras tanto, al otro lado del parque, donde hay una pantalla inflable, los organizadores de la jornada comunitaria de Comunidades Juárez pasan una pequeña presentación para contarle al público quiénes son y qué hacen. Por un momento se va la luz, y la presentadora les dice a los asistentes que miren a la luna. Se ve enorme, brillante y llena.
No pasa mucho tiempo antes de que la energía regrese y todo prosiga como si nada. Las asociaciones forman parte de una intervención integral para que la gente de la zona (un polígono que comprende una zona del suroriente donde entra Parajes de Oriente) mejore las condiciones de vida que tienen, desde las perspectivas de cada asociación: organización vecinal, oportunidades para educación y empleo, acceso al arte y cuidado del medioambiente.
Finalmente los presentes disfrutan de un cortometraje mudo sobre las diferencias de unos animales que viven en un edificio de apartamentos terminan por aislarlos, pero es gracias a los hijos de estos que entienden que es con el diálogo como se pueden mejorar las cosas.
Faltan pocos minutos para las 8:30 de la noche. La jornada comunitaria terminó. Los vecinos vuelven a sus casas, los jóvenes se quedan jugando futbol en las canchas y los integrantes de las organizaciones deben volver a casa. La fiesta terminó… ¡Hasta la próxima!