Ciudad Juárez, Chihuahua.– El dinamismo de una ciudad reside en facilidad para que sus habitantes puedan ir de un lugar a otro sin complicaciones. Vialidades, banquetas y ciclovías en buen estado son una obligación y una necesidad para garantizar que todas las personas puedan hacer uso de su ciudad como quieran.
Durante la sesión de Cabildo ordinaria 57, la regidora Karla Michaeel Escalante Ramírez presentó un proyecto de acuerdo para que las nuevas vialidades que se hagan lleven el nombre de deportistas entronizados en el Salón de la Fama del Deportista Juarense. Sin embargo, participaciones ciudadanas durante ese punto del orden del día pusieron la atención en un problema más grave: el rezago en la infraestructura.
Arkin Ramírez e Ismael Salvador Vásquez hablaron, cada quién en su turno, sobre las deficiencias en la infraestructura vial de la ciudad. Arkin destacó que, por la falta de banquetas, mil 025 personas perdieron la vida durante 2023. Asimismo, Salvador fue categórico: “El menor de los problemas de las calles y vialidades es el nombre”.
El rezago en la infraestructura de movilidad y vialidades
De acuerdo con la información del informe Así Estamos Juárez 2023, los señalamientos viales, el transporte público (ruteras), semaforización y calles y pavimentación reprueban, al tener calificaciones de 5.98, 5.80, 5.76 y 5.31, respectivamente. Por otro lado, el informe contabiliza 4 mil 009 siniestros viales, de los cuales el 91 por ciento son choques entre vehículos.
A final de cuentas, solo se necesita salir a la calle para ver las carencias generales en cuanto a los servicios públicos en el rubro de movilidad. Los datos evidencian que a finales de 2022 al menos una cuarta parte de la ciudad no tenía calles pavimentadas, y las que sí lo están tienen baches o deformaciones, fuera de las arterias principales.
Por si fuera poco, la población peatona sufre aún más la falta de infraestructura para recorrer las vialidades. Ya mencionamos anteriormente cómo los puentes peatonales ponen la responsabilidad de desviarse en sus caminos para la comodidad de las y los automovilistas, pero al mismo tiempo, la calidad de las banquetas no da pie para que puedan transitar de forma ordenada y segura, con espacios que no cumplen los requisitos de espacio, con distintos obstáculos como mobiliario, destrucción de las planchas de concreto o simples y sencillamente desniveles en las banquetas entre un tramo y otro, lo que complica el tránsito de poblaciones como adultos y adultas mayores y personas con discapacidad.
La infraestructura de control de tráfico es otra deuda pendiente. Con el crecimiento desmedido del parque vehicular por la crisis de transporte público, los semáforos se convierten en tapones que pueden retrasar el traslado mucho más.
Así que, en conclusión, el comentario de Salvador es válido: el menor de los problemas de las vialidades en Juárez son sus nombres.