Ciudad Juárez, Chihuahua.– Especialistas, autoridades ambientales y la población en general de Juárez celebraron el pasado 16 de agosto un encuentro binacional acerca de la sombra como un derecho humano emergente.
El encuentro formó parte del proyecto “Ultraviole(n)t Exposures”, impulsado por Texas Tech University, el Instituto de Historia Oral de UTEP, así como las organizaciones de la sociedad civil Juárez Limpio y Plan Estratégico de Juárez.
De acuerdo con Brissa Maltos, gerente de Participación Comunitaria de Plan Estratégico de Juárez, el concepto del derecho a la sombra busca visibilizar cómo se vive la exposición solar en regiones como la de Ciudad Juárez-El Paso.
“Al final, la experiencia de nuestro cuerpo, del calor, del sol, el sudor, todo lo que tenemos que atravesar para trasladarnos de un punto a otro forma parte de cómo vivimos la ciudad y la idea es que, poco a poco, encontremos otras formas de habitar este desierto fronterizo de una manera más sana para nosotros”, dijo.
El encuentro contó con un ejercicio de diseño participativo en el que las y los asistentes identificaron en un mapa las zonas que más requieren sombra.
El objetivo, señalaron, es que estas propuestas comunitarias se integren en la agenda de dependencias municipales y sirvan de base para decisiones de planeación. “Lo que hacemos en la colonia es el piso para incidir a nivel ciudad”, resumió Maltos.
Un mismo desierto, dos visiones de ciudad
La reflexión del taller partió de una idea común: ambas ciudades comparten el desierto, pero la manera en que cada una lo integra en su planeación urbana es distinta.
En El Paso, explicaron los ponentes, ya se trabaja en “reeducar a los arquitectos para que entiendan que la vegetación y lo construido no son dos elementos separados, sino que deben interactuar de manera orgánica”. En Juárez, en cambio, el crecimiento urbano ha significado la pérdida de árboles y áreas verdes.
Uno de los temas centrales fue la importancia de apostar por especies nativas, más resistentes y benéficas para el ecosistema local.
“No se trata solo de plantar mezquites o huizaches, sino también de rescatar arbustos, pastos y gramíneas, porque esas plantas contribuyen al equilibrio ecológico y atraen a los polinizadores nativos”, comentó Alejandra Villagrana, coordinadora de Proyectos Ambientales de Juárez Limpio.
En contraste, advirtió que el uso de especies exóticas desplaza a abejas locales y aumenta la dependencia de sistemas de riego.
Foto: Abraham Rubio / YoCiudadano