En materia de gasto, lograr un entorno de transparencia requiere que la ciudadanía conozca los procesos de toma de decisiones, que van desde la autorización de una adquisición hasta la deliberación en un proceso de licitación. Esta apertura puede eliminar suspicacias y dar certeza a la ciudadanía de qué se está contratando, para qué motivo y bajo qué criterios se toma la decisión.