Ciudad Juárez, Chihuahua.– Lo hemos comentado antes: moverse en una ciudad como Juárez es un reto que implica grandes distancias, transitar infraestructura peatonal sin mantenimiento, que prioriza a los vehículos o que no es funcional para desplazarse.
Este tipo de problemas necesitan soluciones y la guía “Abran paso: Guía práctica para la implementación de los derechos peatonales en ciudades mexicanas”, elaborada por ONU-Habitat y Liga Peatonal, representa una herramienta muy útil para ciudades como Juárez.
Lanzada en junio de 2025, la guía propone revalorizar la caminata como modo fundamental de desplazamiento y fomentar calles más seguras, inclusivas y humanas.
En el caso de Juárez —una ciudad con un crecimiento urbano descontrolado, la falta de infraestructura peatonal y la dependencia del automóvil— el documento puede poner a discusión cuál es la forma en la que queremos vivir la ciudad en el mediano y largo plazos.
Guía peatonal: el modelo actual ya no funciona
Durante décadas, Ciudad Juárez apostó por un modelo urbano disperso, que desplazó a miles de personas a vivir en zonas alejadas de escuelas, empleos y servicios.
La guía denuncia cómo gran parte del espacio público se entregó al vehículo privado, lo que deterioró la calidad de vida, incrementó la contaminación y generó entornos inseguros para caminar.
Según el documento, solo el 37 por ciento de las manzanas urbanas en México cuentan con banquetas en todas sus calles, y menos de una cuarta parte dispone de rampas.
Aunque la situación varía entre ciudades, los datos reflejan una tendencia nacional de abandono hacia la infraestructura peatonal, algo evidente en muchos sectores de Juárez: en el informe Así Estamos Juárez 2025 las personas califican el estado de las banquetas con una calificación de 6.5, bastante lejos de una calificación aceptable.
Caminabilidad con justicia social
Además de los problemas físicos en las calles, la guía subraya las desigualdades que enfrenta la población al desplazarse a pie. Las personas con discapacidad, los adultos mayores, los niños y, especialmente, las mujeres —quienes realizan más traslados caminando— enfrentan múltiples barreras, desde banquetas intransitables hasta la falta de iluminación o el riesgo de acoso en espacios públicos.
El documento propone intervenciones urgentes con enfoque de género y accesibilidad universal, como mejorar la imagen urbana, implementar cruces seguros, reducir el tránsito motorizado y garantizar el acceso al transporte público digno.
¿Qué puede hacer Juárez?
La guía no solo plantea el diagnóstico, sino que ofrece acciones concretas para las autoridades municipales y la ciudadanía. Entre ellas destacan:
- Construcción de banquetas amplias y sin obstáculos.
- Diseño de calles que inviten a convivir, con mobiliario urbano y vegetación.
- Activación del espacio público a través del arte, el deporte y eventos comunitarios.
- Revisión del modelo de crecimiento urbano para evitar más fraccionamientos cerrados y desconectados.
- Regulación del tránsito motorizado para mejorar el medioambiente y la seguridad.
Casos como el de Torreón —donde una iniciativa ciudadana logró recuperar el centro histórico cerrando calles al tránsito— muestran que sí es posible transformar las ciudades con voluntad política y organización social. En Ciudad Juárez, estas ideas podrían servir para recuperar espacios hoy abandonados o dominados por el automóvil.
Guía peatonal: ‘Debemos abrir paso a las personas’
ONU-Habitat y Liga Peatonal hacen un llamado a las ciudades mexicanas a usar la guía como una hoja de ruta hacia la equidad y sostenibilidad. Para Juárez, representa una oportunidad para pasar del diagnóstico a la acción, reconociendo que la movilidad a pie no es solo una forma de moverse, sino un derecho y una herramienta para construir comunidades más sanas y justas.
“Si queremos alcanzar las metas globales en el 2030, debemos abrir paso a las personas”, señala el documento.