Ciudad Juárez, Chihuahua.– Tener un medioambiente sano es fundamental para disfrutar de otros derechos, como el acceso a la salud, al agua potable y a una alimentación adecuada. Cuando el entorno natural se ve afectado por la contaminación (como vemos cada vez más frecuentemente en el cielo de la ciudad en las mañanas), la deforestación (como en el caso de la pérdida de árboles por plagas en el Chamizal) o el cambio climático (que se deja ver con los veranos e inviernos más extremos y las lluvias torrenciales), los seres humanos también sufren sus consecuencias, especialmente las comunidades más vulnerables.
“Por ejemplo, hablando de cosas ‘sencillas’: los perros en situación de calle. Se enferman, tienen parásitos y cuando van al baño nadie limpia, sus desechos se secan y las respiramos, y entonces todos traemos infecciones. Entonces, pareciera que no es mi problema, porque no son mis perros, pero pues sí me afecta”, explicó Karla Ramírez, directora de la asociación civil Juárez Limpio.
Incluso, ese mismo ejercicio de pensamiento se puede aplicar a otros aspectos de la vida en la ciudad, como la emisión de gases de la industria o de los vehículos en las horas pico y la falta de sistemas de medición de partículas adecuadas para poder decretar contingencias ambientales si se necesitaran. El agua, los residuos sólidos, la protección y cuidado de espacios verdes, entre otros temas, también pueden analizarse y ver cómo cuando uno de estos falla, se impactan otras dimensiones de la vida en la ciudad que afectan a todas y todos.
Un PDUS bien hecho debe considerar los derechos ambientales
Con todo lo dicho, se puede concluir que las autoridades deben tomar medidas para prevenir la contaminación, gestionar de manera sostenible los recursos naturales y asegurarse de que todos tengan acceso a información sobre el estado del medioambiente. Asimismo, todos estos elementos deben considerarse al elaborar las actualizaciones del Plan de Desarrollo Urbano Sostenible (PDUS), como lo que recientemente se aprobó.
“Pensemos ahorita en la zona que ya existe, que estaría ‘consolidada’: la zona de Las Torres. Seguro todos conocemos a una persona ya mayor que no puede salir de su casa porque no hay espacios o transporte… a esas personas se les está negando su derecho a la ciudad”, explicó.
En ese aspecto, dijo que si en las zonas consolidadas aún no pueden asegurar las condiciones mínimas para un mediomabiente sano, abrir más frentes difícilmente ayudará a ese procesos, pues expandir a la zona serrana implica llevar servicios básicos, la modificación del entorno (lo que también afectará a las especies animales y vegetales que actualmente viven ahí) y que ahora el Gobierno Municipal debe administrar un área aún más grande, con todo lo que eso implica (llevar educación y cultura, los potenciales problemas de tiraderos clandestinos, seguridad, etc.).
En julio se aprobó la actualización del PDUS 2040, que contempla el crecimiento de la mancha urbana y la construcción de más maquiladoras en el suroriente. Este plan se aprobó, a pesar de las advertencias de urbanistas, organizaciones civiles y expertos que señalaron los potenciales impactos negativos al mediomabiente.
“Cambiar usos de suelos implica seguir expandiendo esta ciudad que ya es desordenada y dispersa”, comentó Ramírez.
Medioambiente, un derecho humano que no todas y todos comprenden
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que un medioambiente sano es un derecho humano, derecho que la Constitución Mexicana incluye en el artículo 4.
El derecho humano a un medioambiente sano es esencial para garantizar la vida, el bienestar y el desarrollo de las personas. Este derecho reconoce que todas las personas tienen el derecho de vivir en un entorno limpio, equilibrado y sostenible, libre de elementos que perjudiquen su salud o su calidad de vida.
En ese sentido, y cómo ya mencionamos en ocasiones anteriores, Ciudad Juárez tiene una serie de retos importantes en materia de ambiental, en temas como la contaminación, los animales en situación de calle y el manejo de residuos, por ejemplo. Sin embargo, entender que este tema es fundamental para el desarrollo de las vidas de quienes viven en la ciudad abre las posibilidades de exigir mejores condiciones a las autoridades de las distintas esferas de Gobierno.
De acuerdo con Ramírez, parte de los avances en el tema de derechos humanos es el reconocimiento de que hay elementos que cuando no hay condiciones para existan, la vida carece de dignidad. En este caso, un mediomabiente sano es uno de ellos.
“Pasa con el derecho al mediomabiente sano. Eso significaría que es algo no negociable, por lo que a todas las personas se le debe garantizar. Esto, a los ojos de un ambientalista, es lo más natural o lo más lógico, ni siquiera debería ser necesario que lo declararan, pero no es obvio a los ojos de los demás”, explicó.