Ciudad Juárez, Chihuahua.- El abstencionismo electoral es un fenómeno recurrente que es motivo de preocupación en los ámbitos político y social del país. Diversos factores influyen en la decisión de los ciudadanos de no acudir a las urnas, y sus implicaciones son significativas para la democracia.
¿Por qué hay tanto abstencionismo?
Una de las principales razones detrás del abstencionismo es la desconfianza en el sistema político. Las y los habitantes desconfían de los políticos y de las instituciones electorales, alimentados por percepciones de corrupción e impunidad. A esto se suma un desinterés y apatía generalizada, donde una parte de la población cree que su voto no hará una diferencia significativa, lo que lleva a una falta de motivación para participar en el proceso electoral.
Factores socioeconómicos también juegan un papel importante. La pobreza y la falta de educación pueden disuadir a las personas de votar, ya que aquellas en situaciones de vulnerabilidad pueden no tener los recursos o el tiempo necesario para participar. Además, las barreras logísticas dificultan el acceso a las urnas, lo que también contribuye al abstencionismo.
De acuerdo con el informe Así Estamos Juárez 2023, el 73 por ciento de la población considera que votar es importante; sin embargo, durante la elección de 2021 los promedios de participación fueron 38% para la gubernatura, 32 para las diputaciones, 38 para la sindicatura y 38 para el ayuntamiento de Juárez, lo que evidencia un nivel de participación de poco más de la tercera parte de la lista nominal.
Consecuencias
El abstencionismo pone en duda la legitimidad democrática de los resultados electorales. Cuando una gran parte de la población no participa, los representantes elegidos pueden no reflejar la verdadera voluntad del pueblo. Esto puede fortalecer a minorías activas, que, al estar mejor organizadas, pueden ejercer una influencia desproporcionada en los resultados.
Además, la baja participación electoral puede llevar a un debilitamiento de la representación, ya que ciertos grupos sociales pueden quedar subrepresentados en el proceso político, resultando en una democracia menos inclusiva y diversa. Esto puede impactar en el diseño de políticas públicas, pues se imponen las necesidades de ciertos grupos sobre otros.
Por ejemplo, los problemas de presión del servicio del agua en colonias como la Sor Juana Inés de la Cruz, el problema de transporte público para Riberas del Bravo o de construcción de naves industriales o arenas de rodeo que no contemplan a las comunidades que podrían verse afectadas, son unos pocos ejemplos de lo que puede pasar cuando no hay una representación equilibrada en una ciudad o estado.
Medidas para reducir el abstencionismo
Para abordar este problema, es esencial implementar programas de educación cívica que informen a la población sobre la importancia del voto y cómo participar en el proceso electoral. Mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el proceso electoral y en el desempeño de los funcionarios públicos puede aumentar la confianza de los ciudadanos en el sistema.
En ese sentido, Plan Estratégico de Juárez tiene la iniciativa Gánate Mi Voto, en el que sus asistentes aprenden sobre el proceso electoral, los perfiles de las y los candidatos y crean una agenda para proponer a quienes aspiran por el voto. Asimismo, los Institutos Nacional Electoral y Estatal Electoral de Chihuahua tiene diversos materiales para ayudar a las personas, como las plataformas Conóceles y Regidurías Chihuahua, para poder revisar los perfiles y propuestas de las y los candidatos; además está la plataforma Ubica Tu Casilla, para saber a dónde acudir a emitir tu voto en la jornada del 2 de junio.
El abstencionismo electoral representa un desafío significativo para la democracia. Solo a través de esfuerzos concertados se puede lograr una mayor participación y, por ende, una democracia más representativa y legítima.