Ciudad Juárez, Chihuahua.– En 1968, el filósofo francés Henri Lefebvre introdujo al mundo del concepto del “derecho a la ciudad”. Este derecho es mucho más que la posibilidad de habitar un espacio urbano; es el reconocimiento de que todas las personas deben tener acceso justo y equitativo a los beneficios de la vida en la ciudad: vivienda, servicios, movilidad, espacios públicos y participación en las decisiones que les afectan. En tiempos de creciente desigualdad urbana, conocer y ejercer este derecho es clave para construir ciudades más inclusivas, democráticas y sostenibles.
A: Acceder y entender el derecho a la ciudad
El derecho a la ciudad es el derecho de todas las personas a habitar, usar, participar y transformar la ciudad en la que viven. No se trata solo del acceso físico al espacio urbano, sino de poder vivir con dignidad, seguridad, equidad y sostenibilidad. Es un concepto que busca que las ciudades pongan en el centro a las personas, y no solo a los intereses económicos o empresariales.
B: Beneficios de conocer este derecho
Conocer el derecho a la ciudad empodera a la ciudadanía. Permite visibilizar desigualdades urbanas, como la falta de servicios públicos en ciertas zonas, la gentrificación o la privatización de espacios comunes. También ayuda a exigir mejores condiciones de vida, como vivienda adecuada, transporte digno, seguridad, acceso a la cultura y espacios verdes.
Además, fomenta la participación activa en las decisiones sobre cómo debe crecer y organizarse la ciudad. En pocas palabras, conocer este derecho es el primer paso para transformar el entorno urbano desde abajo.
C: ¿Cómo se puede ejercer?
Existen diversas herramientas para hacerlo realidad:
- Presupuesto participativo: mecanismo en el que la población decide en qué se gasta una parte del presupuesto municipal.
- Consejos ciudadanos y comités vecinales: espacios para debatir y decidir sobre asuntos locales.
- Iniciativas ciudadanas y consultas populares: medios para proponer cambios o rechazar proyectos que afecten a la comunidad.
En el caso de Ciudad Juárez, está los ejemplos del presupuesto participativo o la transferencia de potencial como ejemplos del interés de la gente en formar parte de las decisiones que mejoran sus entornos.
D: Decidir el rumbo del derecho a la ciudad
El derecho a la ciudad no es un destino, sino un proceso. Requiere informarse, organizarse y participar. Las ciudades del futuro deben construirse desde las voces de quienes las habitan. Y ese futuro comienza cuando entendemos que transformar la ciudad también está en nuestras manos. En ese sentido, la Red de Vecinos te puede asesorar de forma gratuita para empezar procesos en tu colonia para que puedas ejercer tu derecho a la ciudad, solo da clic aquí.