Ciudad Juárez, Chihuahua.– Frecuentemente, especialmente en el contexto de la política y la ley, se habla del “Estado de derecho”, un concepto que, aunque vital para la vida en comunidad, poco se explica. ¿Qué es? ¿Por qué es importante? ¿Qué pasa cuando no existe en una comunidad? Aquí te lo explicamos.
El Estado de derecho es un principio fundamental que garantiza que todas las personas, autoridades y Gobiernos estén sometidos a la ley. Esto básicamente significa que cualquier funcionario (presidente, gobernador, agentes de tránsito, etc.) que viola la ley tiene que responder de la misma manera que cualquier otro habitante, sin importar su cargo. Este concepto es importante para cualquier democracia, pues significa que ninguna persona está por encima de las leyes, reglamentos u otras personas.
Pero ¿qué pasa cuando no se respeta este principio? En palabras simples: el poder se usa sin control, la corrupción se vuelve común y la ciudadanía pierde confianza en el sistema. Y eso no es algo abstracto. Tiene consecuencias concretas en la vida diaria de la gente.
Un caso concreto…
Un ejemplo claro de lo que sucede cuando el Estado de derecho es frágil es el caso del Plan de Movilidad Urbana en Ciudad Juárez. Este proyecto, lanzado durante la segunda administración de Héctor “Teto” Murguía, buscaba rehabilitar o construir calles, puentes y canales, así como remozar el entorno urbano. Sin embargo, se detectaron licitaciones con anomalías y sobreprecios en las obras del proyecto que hasta la fecha sigue consumiendo parte del presupuesto municipal.
Este tipo de prácticas no solo afectan el bolsillo del Estado: también afectan directamente a la ciudadanía. Desde las obras que no solucionan las necesidades de movilidad, infraestructura que no estaba diseñada para incluir a personas con discapacidad, hasta la falta de transparencia y rendición de cuentas impactan en la calidad de vida, y refuerza la idea de que la justicia no funciona igual para todos.
Por qué importa defender el Estado de derecho
Tener un Estado de derecho fuerte significa vivir en un país donde los recursos se usan correctamente, donde las autoridades rinden cuentas y donde la ley protege a todos por igual. Significa poder confiar en que las decisiones del Gobierno buscan el bien común, no el beneficio de unos cuantos.
Defender el Estado de derecho es una responsabilidad colectiva. Implica exigir transparencia, participar en las decisiones públicas y denunciar los abusos. Solo así se puede construir una sociedad más justa, segura y equitativa para todos.